jueves, 4 de julio de 2019

El Tratado de Mocorito

El Tratado de Mocorito Carlos Lara G.

Reza un dicho que, para que lo bueno se vuelva justo, debe pasar por ser legal. Lo que pretende hacer Paco Ignacio Taibo II desde el Fondo de Cultura Económica (concentrar las actividades de la Dirección General de Publicaciones y la red de librerías Educal bajo el Fondo), es bueno, puede ser justo, pero debe pasar por ser legal. Esto es, debe por lo menos mediar un acuerdo o convenio interinstitucional. La forma patosa en la que actúa el escritor, es digna de un ciego e ignorante feligrés del presidente. Convierte un dicho presidencial en mandato jurídico, como bien dice la periodista Érika P. Bucio, sin sustento legal. Lo eleva a grado de decreto, qué digo decreto, Tratado: el Tratado de Mocorito, López-Müller. Intentando con ello, barnizar de legalidad su ignorancia administrativa y sus ocurrencias.
Algún abogado debería decir al escritor que, una cosa es que el presidente haya manifestado que el FCE debe contar con una nueva misión social, congruente con la intención de su gobierno y favorecer una política que atienda a los propósitos de buscar el bienestar material y el bienestar del alma -No se rían, así lo dijo. Asumiendo la promoción de la lectura como vehículo del fortalecimiento de los valores culturales, morales, espirituales...Pero otra cosa muy diferente es que haya reformado el estatuto del FCE y los documentos fundacionales de la Dirección General de Publicaciones y de  la red de librerías Educal. Lo dicho por el presidente puede ser para Taibo artículo de fe, pero no es un acto jurídico. El problema es que ni él ni el presidente saben lo que es un memorándum. Creen que sirven para derogar reformas como la educativa, es por ello que eleva los deseos presidenciales a nivel de decreto, es más, para ellos lo que pretende hacer Taibo, tiene origen constitucional en el Tratado de Mocorito pactado entre el presidente y su esposa el 27 de febrero en el estado de Sinaloa, Tratado que el citado escritor inmortalizó con aquella célebre frase de “Voy a echar una firma”. 
Por cierto, el pasado 21 de junio, desde las oficinas del FCE, se emitió un comunicado para justificar la decisión discutida y aprobada por las direcciones de la Dirección General de Publicaciones y el Fondo de Cultura Económica, de suspender la edición de libros dictaminados por la anterior administración del programa editorial Tierra Adentro, dependiente de la DGP. La medida no tiene un respaldo jurídico que faculte a titular del FCE a tomar esta decisión, que es de la Secretaría de Cultura. Será la primera de muchas en el sinuoso sendero trazado por el escritor Paco Ignacio Taibo II. 
¿Y a Secretaria de Cultura? Pues sucede que tenía un buen balón (el proyecto de descentralización de la cultura), pero se le atravesó el proyecto Chapultepec y terminó metiéndose un autogol; después tuvo otro gran balón frente a la portería y sin portero, (la voz de Frida), pero saltó un aficionado desde las gradas y desvió el balón a tiro de esquina...Y Ahora que tenía una oportunidad similar, la presentación de un programa insigne (la Estrategia Nacional de Lectura), apareció la antojadiza esposa del presidente, con el Tratado de Mocorito en la mano y le arrebató también ese balón. Por tanto, si me preguntan cual es la situación de la secretaria diría, en términos futboleros, que es como tener a Messi dentro del área; ya no hay nada que hacer. Ella está para ir detrás de otros balones, tales como la reducción del presupuesto, los recortes laborales, el préstamo de Bellas Artes a la Luz del Mundo, la cancelación de programas y fideicomisos, la lentitud en la implementación de acciones y programas etc.
Bueno, seamos positivos, la Estrategia Nacional de Lectura pudo haber caído, en este gobierno de ocurrencias, en las funciones de la Guardia Nacional, ese grupo de élite que tienen haciendo de mandadero de la 4T.

1 comentario:

Verónica María dijo...

Para unl presidente que cree que la “justicia” está por encima de las leyes todo es posible. Lo que me preocupa es cómo se dará marcha atrás a todo este desorden. Tomará, por lo menos una generación. La rebelión de las masas, diría Ortega y Gasset. Pobre México ���� con esta clase política de 5 ta. #transformacionde4*