jueves, 18 de abril de 2013

El trípode mexicano del arte contemporáneo Guadalajara-México-Monterrey

Siempre he dicho que en México existe una especie de trípode intermitente que ha dado soporte creativo y financiero al inestable mercado del arte contemporáneo. Lo componen Guadalajara, México y Monterrey. Si, en ese orden, entre otras cosas porque no son pocos los talentosos artistas que han salido de la perla tapatía a consolidarse a Ciudad de México, no sin haber vendido su obra a empresarios de la sultana del norte, esto cuando aún eran osados para ello; antes de sentarse a vivir de sus rentas y antes de que la delincuencia organizada los desorganizara. La metáfora que mejor ilustra la existencia de este trípode, es la paloma de Juan Soriano que pule la entrada del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.
Fue en este estado del norte que nació la idea de hacer la hoy denominada Zona MACO. La iniciativa fue de una licenciada en artes egresada de la universidad estatal. Zélika García se propuso crear una feria de arte contemporáneo para el país y lo logró. Inició en 2002 con un proyecto denominado Muestra; posteriormente, al sumarse diversas galerías y una importante visita de coleccionistas e instituciones públicas y privadas, decidieron a trasladarse al Centro Banamex del Distrito Federal, cambiando al mismo tiempo el nombre Muestra por el de Zona MACO. En 2002 tenía 3,000 asistentes, en 2012, ya como Zona MACO, 30, 000. En 2013 espera superar los 35,000 entre coleccionistas, artistas, curadores y público interesado en este mercado.
La masificación del arte es uno de los diversos fenómenos que han marcado la primera década del presente siglo en todo el mundo. En México las primeras exhibiciones de artistas consagrados en muestras y exposiciones tenían el propósito de complacer a la gran mayoría de sus visitantes. La primera feria de arte que hizo de éste un verdadero negocio en el mundo tuvo lugar en Suiza, se trata de la consolidada feria de Art Basel. Las estrategias de masificación, la apuesta empresarial por este nicho (a manera de estrategia financiera), el efecto dado por los coolhunters a la neomanía y a los diferentes fenómenos relacionados al arte hasta convertirlo una especie de moneda social, han hecho ahora de Art Basel versión Miami una de las más importantes ferias del escenario latinoamericano. Esta versión reúnes 45 mil asistentes al año, rechaza a 600 galerías y recibe 215 vuelos privados de Net Jets. Algo superior al Súper Tazón para darnos una idea.
Zona MACO está lejos de ser Art Basel, pero tiene otras bondades. En 10 años ha logrado dar a México de forma paulatina una ventana internacional que muestra las propuestas artísticas de las galerías mexicanas y los proyectos más novedosos de la escena internacional. En 2013 a través de cinco secciones entre las que destacan nuevas propuestas, Zona Maco Sur, y diseño y arte moderno; una sección que exhibe propuestas de artistas de la primera mitad del siglo XX, en especial aquellas aportaciones relevantes que marcaron un antecedente dentro de la genealogía del arte contemporáneo. Tiene otra bondad, la de venir formando a un coleccionista más joven, proveniente de diversos países de la región latinoamericana. En ese sentido, proyectos como la terminación del Museo Barranca de Arte Moderno y Contemporáneo proyectado en la ciudad de Guadalajara serán de gran apoyo para el mejor desarrollo de esta apuesta. Se trata de un proyecto que vendrá a afianzar el trípode del arte mexicano contemporáneo Guadalajara-México-Monterrey.

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