El autor de estas
líneas no forma parte de este universo de somnolientos, pero sí padece sus efectos.
Mi círculo cercano de amigos y compañeros de trabajo vive infoxicado por estos
aparatos, debido a que también son dispositivos de almacenamiento de datos e
imágenes; esto altera la secuencialidad conversacional de nuestras reuniones,
mismas que terminan en una aguda crisis de atención. Una vez más, otra de las
máximas del maestro Dominique Wolton: en la actualidad tenemos una comunicación
tecnológica cada vez más rica, pero humanamente más pobre.
miércoles, 13 de junio de 2012
El insomnio digital en México
Hace un par de semanas
el colega y especialista en telecomunicaciones Ernesto Piedras, en colaboración
con Mariana Gutiérrez, difundieron un atrayente artículo sobre el denominado
“insomnio digital” en nuestro país. Señalan la manera en que la tecnología ha
cambiado nuestra vida diaria, la forma en que pensamos, hablamos, amamos…
incluso, la forma y el número de horas que dormimos. Los especialistas señalan
que más del 30% de la población ha padecido insomnio, y de éstos el 10% lo
sufre de manera crónica. Lo anterior se debe, entre otras cosas, a que el uso
del celular es cada vez más generalizado e intensivo entre los mexicanos:
cuatro de cada cinco tenemos uno y cerca del 15% son de los denominados “inteligentes”.
Como en tantos otros temas, Estados Unidos ejemplifica la tendencia en el uso
de la tecnología. Los datos demuestran que en dicho país el 30% de las personas
utiliza el celular para enterarse de las noticias de última hora y otro 30% lo
hace a través de una computadora. A nivel mundial, en el ámbito profesional y
académico, la tendencia se inclina hacia la compra de smartphones,
particularmente por su mayor accesibilidad a la información que la gente suele
frecuentar. De tal suerte que, según Piedras y Gutiérrez, el 40% de los
profesionistas otorga a su teléfono inteligente el nivel de “pareja emocional”.
Y es que como bien explican, anteriormente las imágenes que nos mantenían
despiertos o nos arrullaban, provenían del televisor. Hoy, el 95% de las
personas tiene contacto con algún aparato electrónico en la última hora antes
de acostarse. En el caso de los jóvenes, cerca del 60% de los que tienen
celular lo utiliza antes de dormir, y la mayoría de las personas que cuentan
con un teléfono móvil, de todas las edades, lo mantienen cerca mientras
duermen. El citado artículo contiene una gráfica que muestra que el último
contacto del plano consciente de quienes comienzan a padecer insomnio digital,
es con el teléfono; un alto porcentaje duerme cerca de él y lo revisa en la
primera hora de estar despierto (una de cada cuatro personas que despiertan por
la noche lo revisan, y tres de cada cinco lo llevan al baño).
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