domingo, 11 de septiembre de 2011

La cultura en el V Informe de Felipe Calderón (Última de dos partes)

Decía en la entrega anterior, que la idea de colocar la cultura al lado del arte, la recreación, el deporte y el esparcimiento en las políticas públicas del Gobierno federal, como se puede apreciar tanto en el Programa Nacional de Cultura 2007-2012, como en el V Informe de Gobierno, se debe a que en organismos como Naciones Unidas, el paradigma del desarrollo ha vuelto a centrarse en la idea de que son las personas la verdadera riqueza de las naciones; las personas y su contexto. Una idea que no terminan de aceptar algunos colegas. Así lo pude constatar la mañana de ayer en el foro Programa para México, al que nos convocó la Fundación Colosio en el Senado de la República.
En el V Informe de Gobierno se aprecian datos generales, ninguno, bajo mi punto de vista, relevante. Se limita a dar cifras de cada dependencia del Consejo en relación a los bienes y servicios que prestan. Quizá lo más relevante sea el compromiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por abrir 10 zonas arqueológicas más al público en el presente sexenio, pues en este año abrieron Bocana del Río Copalita, en Oaxaca; Cañada de la Virgen, en Guanajuato; y Soledad de Maciel, en Guerrero, con lo que ya se cuenta con siete zonas abiertas.
Para entender las acciones del presente Gobierno en materia de cultura, es necesario entender antes la doctrina del Partido Acción Nacional, un partido humanista defensor e impulsor del respeto a la dignidad de la persona humana, que frente a la noción de persona, como unidad social, sabe que está la noción de bien común, como fin del todo social. Es un partido humanista, no liberal, ni conservador y mucho menos socialdemócrata. Si, puesto que mientras que para un pensador o político liberal la libertad es el máximo valor, para un panista la libertad, si bien es un valor no es el valor máximo; lo es la eminente dignidad de la persona humana. Lo anterior tiene sentido si aceptamos que la libertad es consecuencia del ejercicio de dos capacidades espirituales del ser humano: la inteligencia y la voluntad. Por lo tanto, una política pública en materia de cultura que abraza tanto el arte, como la recreación, el deporte y el esparcimiento, no hace sino impulsar condiciones de vida para que las personas en su contexto tengan un desarrollo lo más digno posible.
Por lo que toca al presupuesto cultural 2012, es importante señalar que el proyecto recientemente entregado por el Ejecutivo federal a la Cámara de Diputados, esta vez, a diferencia de otros años, registra un aumento del 6%. Esto es, no viene con recortes, y esto de entrada es bueno. Veremos cómo sale de San Lázaro, y lo más importante, cómo y en qué se aplica en el último año de este sexenio.

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