martes, 14 de junio de 2011

La cultura de la transición


En 2006 un colega español, especialista en derechos de autor, me decía en el marco de un seminario en Madrid, que nunca como ahora la paz social había sido tan barata. Las manifestaciones de descontento, me decía, se hacen cada vez más desde la comodidad de una habitación, un estudio o un cibercafé. El Movimiento del 15-M, que tuvo su origen en el rechazo social a la “Ley Sinde” (Ley anti descargas), ha demostrado que esto ya no es así, pues de paso hicieron más estrepitosa la caída del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Especialistas señalan que luego de que el mundo del arte experimentó por décadas el individualismo y el largo periodo de la denominada “generación yo” al amparo de Internet, reaparece hablando del pugilato social, y tanto creadores como activistas salen a las calles a enfrentar a la clase política, a los banqueros y a las leyes mismas. La cultura ha pasado a la acción. Este es el diagnóstico del periodista Guillem Martínez, inventor del concepto “la Cultura de la Transición”. Señala que desde los años ochenta la izquierda española prefirió evitar cualquier tipo de conflictos culturales, políticos o generacionales, en favor del consenso y una paz social, que terminó con el Movimiento 15-M. Asegura además que tras años de consumismo narcisista, los artistas y creadores vuelven a hablar de inteligencia colectiva y deciden participar con los movimientos sociales, sabedores de que los contenidos se difunden mejor desde la calle y el Internet que dentro del mejor de los museos. Saben que en la actualidad la ciudad es el mejor de los vehículos narrativos. En 2005 la artista gallega María Ruido fue censurada por un banco de la plaza de Catalunya en Barcelona. Instaló un panel que mostraba datos económicos sobre los negocios inmobiliarios del banco, con cifras de su propia web y de la prensa económica. La artista constató, luego de la censura, que una cifra positiva para la junta de accionistas, resultaba incómoda al ser mostrada en un lugar público. Lo mismo ocurre con el libro Cómo expropiar a los bancos, coordinado por Núria Güell, una explicación de los derechos legales en caso de ruina y de cómo evitar abusos de las entidades de crédito. En este momento se descarga en toda España el Manual para la desobediencia a la Ley Sinde, que está por llegar a las cien mil descargas.
Una reacción en contra de la aprobada ley, que busca adelantarse a sus efectos, explicando por ejemplo, cómo desbloquear el acceso a una web de intercambio del extranjero y acceder a contenidos. Lo interesante de estos movimientos es ver cómo los cibernautas han salido a las calles, y cómo los artistas y creadores ayudan a comprender mejor la realidad, asumiendo la vida como campo de batalla, en el marco de una cultura de la transición.

No hay comentarios: