sábado, 16 de abril de 2011

¿Y cuándo el día mundial del e-book?


En una entrevista reciente, el director editorial de Hanser, Michael Krüger, lamentó que los editores ya no fueran lectores apasionados y que con frecuencia faltaran a su deber de mantener vivo el libro. Dijo que 90% de los libros publicados en 2011, particularmente en Europa, no vivirán más de un año, y que sólo el 10% restante podría tener una vida más larga.
Lo anterior es producto de ese proceso de repetición ritualizado impulsado por las editoriales, donde sólo aquellos libros que representan una ganancia económica tienen futuro. El fast-sellers de venta rápida y masiva que termina imponiendo lo que se debe leer. Ese mismo proceso ha impulsado casos como el de Kafka, que vivo publicó alrededor de 200 páginas que fueron leídas por aproximadamente mil personas. Después de la guerra alguien, posiblemente un editor de la mano de una firma, dijo que su libro describía perfectamente el estado de la condición humana en los tiempos de la Primera Guerra Mundial, por lo que había que releerlo, y actualmente lo leen lectores de todo el mundo.
Para Krüger, parte de la tarea del editor es saber escuchar la música del tiempo, porque ésta siempre está buscando a alguien y el texto puede ser revitalizado. Ahora bien, considero que en la actualidad eso de revitalizar textos está en manos de la tecnología. El día de ayer celebramos por adelantado en el Distrito Federal el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, que en realidad es el 23 de abril, fecha en que murieron Miguel de Cervantes y William Shakespeare, y que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) mundializó por su valor simbólico en la literatura universal. Los asistentes revitalizamos a los clásicos del siglo XIX a través de un “Versificador Autómata” (un programa de cómputo que permite crear una infinidad de poemas a partir de una base de datos), cuyo contenido son los términos más empleados por poetas como Amado Nervo, Gutiérrez Nájera, Manuel Acuña, Ignacio Ramírez, etcétera.
Tan avanzado está el software, que permite revitalizar a los clásicos de la literatura, que comienza a experimentar problemas de mindware. En España, el libro electrónico enfrenta el mismo problema que los coches; hay demasiados pero casi no hay gasolina. Según el Observatorio de la Lectura y el Libro (organismo dependiente del Ministerio de Cultura), cada vez hay más e-books, pero los contenidos autorizados, además en castellano, son escasos.
La tecnología juega a favor del editor actual, de ése que, contrario a Krüger, busca en una obra vender y no aprender antes de editarla. Si ésa es la tendencia, y considerando que lo importante es que la gente lea, propongo ir pensando en el día mundial del libro digital, cuya fecha sea el 28 de octubre, el nacimiento de Bill Gates.

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