martes, 14 de febrero de 2017

El negocio de la datósfera. El cruce y almacenamiento de información

Esto que los marcatenientes nos venden como un novedoso invento para democratizar el acceso a nuevas tecnologías, bajo el nombre de Machine Learning, es en realidad una plataforma, en efecto, pública, que ayuda a empresas a probar la implementación de la tecnología en sus negocios, a partir de algoritmos de lenguaje, visión, audio etc… que ayudan a identificar objetos de consumo. Esto tiene aspectos tanto  positivos en nuestro día a día, como negativos. Considérese que este sistema puede reconocer, mediante una imagen que estamos ante un gato, e identificar que se trata de un animal carnívoro, o bien, una imagen puede detectar que estamos en un estadio de futbol. o un evento masivo. La aplicación es capaz de reconocer además el humor de una persona, mediante la captura de una fotografía, mediante la identificación de los puntos faciales. Vamos, una serie de características que pueden generar una atmósferas de consumo que nos hace cada vez más predecibles como consumidores. Ahora bien, muchas de estas aplicaciones nos hacen también la vida más llevadera, según se mire. Pongamos por caso las búsquedas de información en general, información vial etc.

Aprendizaje automático

Los marcatenientes ven un gran potencial en este tipo de dispositivos, ya que pueden integrarse a otros y explorar una nueva forma de consumo. Considérese el caso en el que Machine Learning puede organizar de mejor forma las imágenes de un producto en exhibición, por ejemplo. Directivos de Google han puesto a disposición de empresas la plataforma y personal de ayuda para que puedan implementarlo. Por su parte Sony anunció el desarrollo de equipos móviles más personalizados, que aprendieran del usuario y sus hábitos para proveer de una mejor experiencia, algo que su competencia, Samsung y Apple, ya venían utilizando. Un sistema de información que venimos alimentando desde hace años sin darnos cuenta, denominado aprendizaje automático, que proviene del campo de la informática y permite a las computadoras tener la capacidad de “aprender” sin ser programadas. Aprender es en este campo identificar patrones complejos entre millones de datos. Esto es posible a partir de la convergencia del estudio del reconocimiento de patrones y la teoría del aprendizaje computacional aplicado a la inteligencia artificial y al aprendizaje automático que explora el estudio y construcción de algoritmos capaces de hacer predicciones con base en la datósfera disponible en su entorno.

Machine Learning + Big Data = mejores modelos de negocio

En la actualidad la datósfera generada por la Big Data, ofrece a los marcatenientes diversos beneficios. Una empresa puede evitar por ejemplo, que sus clientes migren a la competencia. Esto a partir precisamente de la cantidad y calidad de datos que tiene de sus clientes. Pongamos por caso una empresa de seguros o de telefonía, toma como base datos tales como antigüedad, planes de contratación, consumo diario o siniestralidad, servicio al cliente (quejas) y cambio de planes en su contrato; material suficiente para hacer cruces estadísticos y mejores planes de contratación, para predecir, incluso evitar el cambio de compañía. Es verdad que como en otros tantos campos, la informática acaba con la creatividad, pues aquí Machine Learning suple la creatividad empresarial por la proactividad estadística, al combinar los datos, patrones de conducta y hábitos de consumo de forma algorítmica. Ahora bien, esto ayuda a tomar mejores decisiones en el desarrollo y mejoramiento de modelos de negocio. Incluso puede ayudar a predecir el rendimiento laboral, los fallos tecnológicos de un equipo, a seleccionar mejores clientes, a saber cuál es el mejor momento para twittear y actualizar el Facebook. Estimaciones de Bank of America Merrill Lynch, predicen que para 2020 esta industria de la inteligencia artificial, en la que se enmarca Machine Learning, puede llegar a tener un valor de 70,000 millones de dólares.

El almacenamiento de información como negocio 

Hace un par de años se llevó a cabo la mayor compra de la historia de las tecnologías. Computadoras Dell y la firma de inversiones Silver Lake, compraron la empresa de almacenaje y procesamiento de datos EMC, por 67 mil millones de dólares. Esta compra representó la última etapa de la evolución de Dell, que transmutó de fabricante de computadoras personales a proveedor de servicios para empresas, un sector muy rentable en el que comenzó a competir por una parte de la cuota de mercado que tiene IBM y Amazon Computes Services, empresas que ofrecen almacenaje y gestión de datos a empresas como Netflix. Lo anterior se explica al entender que la nube ha demostrado ser el futuro de la computación. Estimaciones tanto de Dell como de Microsoft, sostienen que el futuro está cifrado en la generación de un ecosistema de computación más grande, como el que estamos viendo en la actualidad, con nuevas categorías como esta del aprendizaje automático de los dispositivos y la ubirización de las cosas, todo desde la denominada nube de forma híbrida, esto es, desde el uso de redes públicas y privadas que será cada vez más accesible para cualquier tipo de empresa (actualmente poco más del 15 % de las redes de cómputo en la nube son públicas y el resto son privadas). La denominada nube, va conformando una datósfera en la que pasamos de ciudadanos y consumidores a seminautas predecibles en las atmósferas de consumo que va generando. Ahora bien, no todo es malo en este nuevo ecosistema generado por el cruce y almacenamiento de información, si consideramos que mejora nuestro día a día, genera empresas más productivas, y lo mejor de todo, nos ayuda a salir de la pobreza de tiempo que se vive en las grandes ciudades. Pensemos en Waze, por ejemplo.

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