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viernes, 31 de agosto de 2018

Nuestra Marca País está hecha en China

Marca México ¡Hecha en China!
Carlos Lara G.

Hace unos días un amigo, con más indignación que asombro, me mostró una mochila negra en la que resaltaba el nombre de México, y una gorra del mismo color en las que también resaltaba el nombre de nuestro país, con letras multicolor entre esquejes y detalles prehispánicos. Tanto la mochila como la gorra le fueron obsequiadas en el maratón de la Ciudad de México. Eran promocionales de la Marca País, de nuestro país, México, pero tenían un pequeño detalle: estaban fabricados en China. Sí, tal cual. Me pregunto, si la denominada Marca País, es un concepto que hace referencia, entre otros, a la reputación e imagen de un país, vamos, que determina valores, estamos entonces ante una lamentable contradicción, pues el Consejo de Promoción Turística de México, no cree y no promueve lo hecho en México, y eso que reza en si eslóganes: “Vive hoy, vive lo tuyo” “Vive México”.

Cuando se creó Marca México, en 2004, según sus promotores se hizo bajo una serie de elementos simbólicos, en donde cada letra de la palabra México tenía un significado propio. Esto es, la M de civilización milenaria, la E de nación que nace de dos mundos, la X como símbolo de encuentro, la I de verticalidad y aspiraciones modernas, la C de vitalidad y recursos naturales, y la O de mares, cielos y belleza natural.

Son elementos sin duda que nos llevan a construir una creencia en lo que se va a promover. Por tanto, la importación de artículos promocionales hechos en china que hace el Consejo de Promoción Turística del país para promover a México, es una pifia, nada menor, pues se da justo en el inicio de la cadena productiva del proceso de promoción de la marca.

Pero es que lo mismo vemos en las tiendas departamentales del país, donde los empresarios que formar parte de este proyecto Marca País, hacen aún algo más lamentable; venden artesanía “mexicana” no solo elaborada en China (que sigue siendo por más que digan que no, sinónimo de mala calidad), sino que están hechas con resina. Y cuando un grupo empresarial decide hacer una campaña en favor de determinadas culturas del país a través de su arte, lo hace mal, en ocasiones por desconocimiento, pero en otras por pereza y descuido de los diseñadores y publicistas encargados de curar dichas campañas. Es el caso de la actual campaña que realiza Grupo Liverpool en las plazas comerciales del país.

Hace algunos meses leí un artículo de Iban Campo en la Revista Forbes, en el que sostenía que la marca-país y la reputación-país no eran lo mismo. Sostiene que la reputación-país va más allá. Y tiene razón. En la actualidad es determinante para que las personas de otros países decidan si consumen tu producto, te visitan o invierten en ti, tomando en consideración aspectos de otra índole. Para Iban, Director General de Llorente & Cuenca en República Dominicana, vivimos un empoderamiento ciudadano acompañado de una tendencia en la que una persona decide su relación con un país, tomando en cuenta aspectos como el nivel de seguridad jurídica y ciudadana, infraestructura eléctrica, de carreteras o de transporte, su nivel de salud y educación, el ejercicio de las libertades, su gestión de los derechos humanos, el cuidado del medio ambiente…

Un país con problemas de suministro eléctrico tiene peor reputación que uno que la garantiza en todo momento. Lo mismo que las leyes en materia de inversión. Un viajero, dice, prefiere  ir de visita a un país en el que sabe que, en iguales condiciones para el turismo, en caso de un accidente o incidente, podrá contar con un mejor sistema de atención de emergencias y salud. Los servicios de carreteras es otro aspecto, es decir, cuando el concepto de reputación se reduce al de imagen, nos concentramos únicamente en ese aspecto, dejando de lado otros que la construyen o destruyen en función de la gestión que hagamos de ellos. Y es que, como bien señala, la reputación también es cuestión de credibilidad, transparencia, integridad y contribución. Lo que ha hecho el Consejo de Promoción Turística de México mancha la reputación, la credibilidad y la integridad de nuestra marca y reputación. Eso en lo que creen millones de personas en el mundo, turistas inversionistas etc, que no quieren sorpresas a la hora de visitar un país.

Ya podría el Consejo hacer de la cultura y sus elementos sociológicos y antropológicos, una pieza central de la promoción turística y del desarrollo de proyectos productivos dentro y fuera del país, en lugar de utilizarla como escenografía publicitaria y comercial para conectar con los consumidores. El Consejo de Promoción Turística de nuestro país debe entender que no es lo mismo Marca País y Reputación País, la primera es lo que viene haciendo, la segunda es la que viene deshaciendo con este tipo de pequeños grandes detalles.

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