Esto que los
marcatenientes nos venden como un novedoso invento para democratizar el acceso
a nuevas tecnologías, bajo el nombre de Machine Learning, es en realidad
una plataforma, en efecto, pública, que ayuda a empresas a probar la
implementación de la tecnología en sus negocios, a partir de algoritmos de
lenguaje, visión, audio etc… que ayudan a identificar objetos de consumo.
Esto tiene aspectos tanto positivos en nuestro día a día, como negativos. Considérese que este sistema puede reconocer, mediante una imagen que estamos ante un gato,
e identificar que se trata de un animal carnívoro, o bien, una imagen puede detectar que estamos en un
estadio de futbol. o un evento masivo. La aplicación es capaz de reconocer además el humor de una persona,
mediante la captura de una fotografía, mediante la identificación de los puntos faciales. Vamos,
una serie de características que pueden generar una atmósferas de consumo que nos hace cada vez más predecibles como consumidores. Ahora bien, muchas de estas aplicaciones nos hacen también la vida más llevadera, según se mire. Pongamos por caso las búsquedas de información en general, información vial etc.
Aprendizaje automático
Los marcatenientes
ven un gran potencial en este tipo de dispositivos, ya que pueden integrarse a otros
y explorar una nueva forma de consumo. Considérese el caso en el que Machine
Learning puede organizar de mejor forma las imágenes de un producto en exhibición,
por ejemplo. Directivos de Google han puesto a disposición de empresas la
plataforma y personal de ayuda para que puedan implementarlo. Por su parte Sony anunció el desarrollo de equipos
móviles más personalizados, que aprendieran del usuario y sus hábitos para
proveer de una mejor experiencia, algo que su competencia, Samsung y Apple, ya
venían utilizando. Un sistema de información que venimos alimentando desde hace
años sin darnos cuenta, denominado aprendizaje automático, que proviene del campo
de la informática y permite a las computadoras tener la capacidad de “aprender”
sin ser programadas. Aprender es en este campo identificar patrones complejos
entre millones de datos. Esto es posible a partir de la convergencia del
estudio del reconocimiento de patrones y la teoría del aprendizaje
computacional aplicado a la inteligencia artificial y al aprendizaje automático
que explora el estudio y construcción de algoritmos capaces de hacer
predicciones con base en la datósfera disponible en su entorno.
En la
actualidad la datósfera generada por la Big Data, ofrece a los marcatenientes diversos beneficios. Una empresa puede evitar por
ejemplo, que sus clientes migren a la competencia. Esto a partir precisamente
de la cantidad y calidad de datos que tiene de sus clientes. Pongamos por caso
una empresa de seguros o de telefonía, toma como base datos tales como antigüedad,
planes de contratación, consumo diario o siniestralidad, servicio al cliente
(quejas) y cambio de planes en su contrato; material suficiente para hacer cruces
estadísticos y mejores planes de contratación, para predecir, incluso evitar el
cambio de compañía. Es verdad que como en otros tantos campos, la informática
acaba con la creatividad, pues aquí Machine
Learning suple la creatividad empresarial por la proactividad estadística,
al combinar los datos, patrones de conducta y hábitos de consumo de forma
algorítmica. Ahora bien, esto ayuda a tomar mejores decisiones en el desarrollo
y mejoramiento de modelos de negocio. Incluso puede ayudar a predecir el
rendimiento laboral, los fallos tecnológicos de un equipo, a seleccionar
mejores clientes, a saber cuál es el mejor momento para twittear y actualizar
el Facebook. Estimaciones de Bank of America Merrill Lynch, predicen que para
2020 esta industria de la inteligencia artificial, en la que se enmarca Machine
Learning, puede llegar a tener un valor de 70,000 millones de dólares.
Hace un par de años se llevó a cabo la mayor compra de la
historia de las tecnologías. Computadoras Dell y la firma de
inversiones Silver Lake, compraron
la empresa de almacenaje y procesamiento de datos EMC,
por 67 mil millones de dólares. Esta compra representó la última etapa de la
evolución de Dell, que transmutó
de fabricante de computadoras
personales a proveedor de servicios para empresas, un sector muy rentable en el que comenzó a competir
por una parte de la cuota de
mercado que tiene IBM y Amazon Computes Services, empresas que ofrecen almacenaje y
gestión de datos a empresas como Netflix. Lo anterior se explica al entender que la nube ha
demostrado ser el futuro de la computación. Estimaciones tanto de Dell como de
Microsoft, sostienen que el futuro está cifrado en la generación de un ecosistema de computación más grande, como el
que estamos viendo en la actualidad, con nuevas categorías como esta del
aprendizaje automático de los dispositivos y la ubirización de las cosas, todo
desde la denominada nube de forma híbrida,
esto es, desde el uso de redes públicas y privadas que será cada
vez más accesible para cualquier tipo de empresa (actualmente poco más del 15 %
de las redes de cómputo en la nube son públicas y el resto son privadas). La denominada nube, va conformando una datósfera en la que pasamos de ciudadanos y consumidores a seminautas predecibles en las atmósferas de consumo que va generando. Ahora bien, no todo es malo en este nuevo ecosistema generado por el cruce y almacenamiento de información, si consideramos que
mejora nuestro día a día, genera empresas más productivas, y lo mejor de todo, nos
ayuda a salir de la pobreza de tiempo que se vive en las grandes ciudades. Pensemos en Waze, por ejemplo.
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