El colega Carlos
Villaseñor tuvo a bien difundir esta semana un acertado y puntual comentario en
relación a la iniciativa por la que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la
Ley del Impuesto al Valor Agregado, presentada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)http://culturamexico.wordpress.com/. Dicha propuesta pretende eliminar la exención en el IVA a los espectáculos públicos, excepto
funciones de teatro y circo. Esto bajo el argumento de que el resto de los espectáculos
públicos cuentan con mayor asistencia y reciben más inversión de parte de los
promotores artísticos. La medida va en contra de los artículos 4to., y 123 constitucionales. El primero
establece que todo mexicano tiene derecho de acceso a la cultura y el segundo que “los salarios mínimos generales
deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de
familia, en el orden material, social y cultural…”. Si la progresividad en el
cumplimiento de estos derechos es complicada, el cobro del IVA a espectáculos
públicos la vuelve imposible. El proyecto de iniciativa
señala que el gasto corriente monetario en espectáculos públicos está
concentrado en los hogares de mayores ingresos: el 30% de éstos realiza el 80%
del total de gasto por este concepto, en
comparación al 3.7% del 30% de los hogares de menores ingresos. Lo
ridículo de la iniciativa es que Hacienda funda su decisión en los que arrojó la
Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Cultural 2010 del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes que según ellos, “permiten vislumbrar los
porcentajes a nivel nacional del acceso y asistencia a estos espacios
culturales”. La encuesta dice que sólo el 9.8% de la población nacional
encuestada (de agosto de 2009 a agosto de 2010) ha asistido a estos eventos
culturales, caso contrario muestran los eventos musicales (con 33.3% de asistencia).
Señala además que las grandes compañías promotoras de este tipo de eventos
destinan mayores cantidades pecuniarias para promover con soltura dichas
actividades, por lo que ya no es necesario apoyarlas. Me burlo de la citada
encuesta que toma Hacienda como base, por ser un documento no confiable. Está
comprobado que fue uno más de los negocios sucios de Alejandra Sota, ex vocera
de la Presidencia de la República en el gobierno de Felipe Calderón, quien pagó
por ella más de 7 millones de pesos a una empresa sin experiencia en este tipo
de mediciones. La empresa es Defoe Experts on Social Reporting y sus dueños un
grupo de amigos y ex colaboradores de ella, como Rafael
Giménez Valdés, ex director general de Investigación y Análisis Estratégico en
Los Pinos, y coordinador de Opinión Pública de la Presidencia ¿Por qué CONACULTA
no encargó la encuesta al Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI), que por cierto viene trabajando la Cuenta Satélite de Cultura? ¿Por
qué no a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) quien corrió la
primera encuesta de 2003? ¿Por qué no a IBOPE? Lo menos que podría hacer el actual
titular del CONACULTA, es quitarla de la página oficial del Consejo, por la
cuenta que nos traen estos resultados ante la visión economicista de la
Secretaría de Hacienda, que no entiende que gravar el consumo cultural es
deteriorar el desarrollo humano; que el esparcimiento y el aprovechamiento del
tiempo libre para la recreación es una necesidad cultural equiparable a la
necesidad social de alimentarse bien.
Hola, perdona que te moleste. Sé que esto no tiene nada que ver con tu blog, pero me harías un gran favor si me enviases el mail de Fidela N. directora de tv. Desde abril trabaja en una nueva televisión por lo que su anterior mail está inactivo y no tengo otra manera de ponerme en contacto con ella. MUCHAS GRACIAS Saludos desde españa abelspain@gmail.com GRACIAS, GRACIAS!
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